Cirilo de Alejandría. San
        [924] (376-444)

 
   
 

 

   Obispo y teólogo, amante sincero de la doctrina recta, se enfrentó contra los nestorianos y trató de instruir a su grey para que no cayeran en la herejía que afirmaba que en Jesús había dos seres y dos personas, desdoblando su unidad interior haciéndole dos seres superpues­tos.
   Cirilo hizo lo posible por promover la doctrina de la unidad de Persona. Aun­que con dos Naturalezas, Jesús sólo tuvo una conciencia de sí y una identi­dad simple, que era su ser hombre y Dios, no por ser la humanidad absorbida y anulada por la divinidad, si no por estar asumida por ella en la unidad de Personas.

  1. Vida

   Había nacido y se había educado en Alejandría, pero se había hecho monje y retirado de la ciudad. Reclamado por su tío Teófilo, obispo hacia el 403, regresa a la capital y vive como presbítero. A la muerte de Teófilo es designado para la cátedra el año 412.
   Trabajó fogosamente contra los que consideraba incompatibles con la comu­nidad cristiana de la ciudad. Empleó la dureza y hasta el saqueo con las igle­sias de la secta fundada por el sacer­dote romano Novaciano  unos años antes. Tomó represalias contra los judíos a muchos de los cuales expulsó de Alejandría, destruyendo sus hogares.
   Durante uno de estos disturbios, el año 415, el filósofo Hypacias fue linchado por una turba de cristianos, aunque es impro­bable que Cirilo contribuyera a su muerte.
   A pesar de su ajetreada existencia como dirigente religioso de una ciudad que había llegado a ser de mayoría cristiana, tuvo gran inquietud por la recta formación de su grey.
   De manera particular se enfrentó con Nestorio, Patriarca de Antioquía, que negaba la unidad de persona en Jesucristo. Logró que el Papa Celestino I condenara a Nestorio y su doctrina.
   Dirigió cartas el Emperador Teodosio II y a la Emperatriz Eudoxia para que rechazaran la tal doctrina. Y dialogó por carta con el mismo Nestorio, tratando de obtener su retractación. Al no obtener que firmara la confesión que le ofreció, movió al Emperador a convocar un Concilio en Efeso, en el que de forma agitada se enfrentaron los defensores de Nestorio y los partidarios de Cirilo.

   2. Doctrina y obras

   Escribió mucho y con tesón, siempre con intención de luchar por la recta doc­trina. Sus mejores escritos "Comentarios a los Profetas y a Isaías", "Comentarios de los Evangelios", "En Espíritu y en verdad", fueron más exegéticos que catequísticos. Pero sus libros "El tesoro" y "Sobre la Trinidad"  fueron más catequéti­cos.
   Las "Homilías" que se le atribuyen son vigorosas y vibrantes, reflejando la rectitud de su espíritu, aunque dejó mucho que desea en la bondad y tolerancia en su relaciones con los adversa­rios.
   En 1883 el Papa León XIII le proclamó doctor de la Iglesia, recordando su doctrina clara y la gran influencia que ejercicio en la Iglesia de oriente.    (Ver Patrística. Ver Catecumando)